El mes de la autocomplaciencia

Estaba ojeando una revista cuando me encontré con el titular ‘La muerte de Donna Summer deja a un turolense sin alicientes para masturbarse’. Sin más dilación, continué leyendo el artículo en el que un vecino de Teruel de 82 años afirmaba ser tan admirador de la cantante que utilizaba sus fotografías para neutralizar su estado alterado de nerviosismo antes de acostarse en sustitución de las pastillas que le había recetado el médico para dormir. “Entre las rojas, las azules, las verdes y las amarillas tengo tantas pirulas que sin gafas las confundo con las fichas del parchís que me llevo al bar. Recomiendo a los amigos que todavía me quedan vivos que se dejen de tanto tranquilizante, antes de ir a la cama dos pajas y te quedas como Dios”, declaraba el anciano. Confesaba que siempre que practicaba el acto sexual con su difunta mujer estaba pensando en Donna Summer y ahora que también ha muerto su otro amor le da repelús seguir haciendo lo mismo, sobre todo desde que vio una película porno de zombis al terminar Sálvame Deluxe. Añadía que había intentado satisfacer sus deseos de hembra con Mercedes Milá de testigo pero no había sentido el mismo placer. Desde hacía unos días los familiares de Gervasio temían que cayera en una depresión sin salida al no tener una vía de escape para su pasión, pues aunque el médico le había recomendado beber mucha agua no era suficiente para calmar su intranquilidad y apenas dormía un par de horas al día.


Inmediatamente no pude evitar buscar en Internet el caso para averiguar la certeza de un testimonio tan desgarrador. Y lo encontré, ahí estaba, era verdad. Fue entonces cuando en la lista de páginas web relacionadas apareció la del Centro para el Sexo y la Cultura, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la promoción y la investigación de la sexualidad humana. Precisamente este organismo lleva montando desde 1995 una olimpiada onanista con el objetivo de acabar con el tabú de la masturbación, práctica sexual considerada por muchos como de poca importancia o propia de personas inmaduras. La idea fue de la sexóloga norteamericana Carol Queen, que decidió protestar ante el despido de la responsable de Salud de Clinton al afirmar que “la masturbación posiblemente debería ser enseñada”. Desde ese día la institución Good Vibrations dedicó todo el mes de mayo a la autosatisfacción culminando con ‘Masturbate-a-thon’, un evento que ha ido creciendo en número de participantes fuera de Estados Unidos hasta llegar a otros lugares del planeta como Londres o Copenhague.

De esta manera, gracias al dinero que paga la gente por ver a otros masturbarse a la vez que ellos mismos se recaudan fondos para causas relacionadas con la sexualidad. Para darle más emoción la concentración incluye diversas categorías como mayor longitud de eyaculación masculina y femenina, mayor tiempo de masturbación o mayor cantidad de orgasmos. Como si se tratara de una competición deportiva, para realizar estas reuniones en cada parte del mundo es necesario que varios sexólogos y médicos estén presentes velando por la salud de los ‘deportistas’, pues algunos han aprendido a masturbarse mal y pueden causarse lesiones graves. Ayer en San Francisco se volvió a proclamar campeón de resistencia un japonés que aguantó 9 horas y 58 minutos meneando su miembro viril.

Después de esto no me extrañaría que tuviera éxito el ambientador que ha sacado al mercado Ambi Pur con fragancia intensa a mierda para pasar mucho tiempo en el cuarto de baño. Espero que algún día dejen de sorprender noticias como el aumento de usuarios en el lavabo de una empresa de marketing desde que les habían encargado seleccionar modelos de pasarela de cara a Miss y Mister España. Deberíamos tomar ejemplo aquí y montar otro Centro para el Sexo y la Cultura; no daré ideas de dónde situarlo, de momento solo tengo que alabar la gran idea que tuvo el que puso una máquina de condones en la fachada de la Casa de Cultura de Mas de las Matas, por algo se empieza…